Este es un caso
bastante representativo de lo que muchos padres y madres comentan y se
lamentan.
Aunque la información
sobre el caso es incompleta, sin embargo vamos aportar algunas ideas.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
La primera recomendación es cambiar la estrategia. En lugar de
centrarse en castigar las conductas inadecuadas, lo mejor, aunque no se
lo crean, es reforzar el comportamiento que queremos que la niña
muestre, reforzar las conductas adecuadas.
Delimitar las
conductas
Esa estrategia obliga a tener claro cómo queremos que se
comporte, tratando de definir las conductas que queremos que
muestre. Después centrarse en esas conductas mejor que en los
comportamientos negativos.
¿CÓMO REFORZAR?
Hemos quedado que la estrategia consiste en reforzar aquellas
conductas que consideramos adecuadas. Sin embargo, muchos padres
identifican refuerzo con premio, y administrar premios lo identifican
con algo material.
Técnicamente el refuerzo no es un premio y mucho menos tiene que ser
algo material. Algunas formas de reforzar que resultan muy efectivas
son:
- Prestar más atención a las conductas positivas.
- Elogiar y aprobar esas mismas conductas.
- Conceder algunos pequeños privilegios cuando estos comportamientos adecuados aparecen.
Si reforzamos las conductas adecuadas lo que ocurrirá será que
aumentará la probabilidad de que estas vuelvan a aparecer.
Evitar incoherencia en
la aplicación de castigos
Los castigos que la madre de nuestro caso utiliza, a veces se emplean
de forma incoherente: unas veces sí, y otras veces, no se
aplican, aunque las circunstancias sean similares.
Otras veces se llevan a cabo dependiendo del ánimo con el que se
encuentre. Además en muchos casos los castigos son más bien fruto de la
ira y no una medida educativa.
SI EL MAL
COMPORTAMIENTO CONTINÚA
Cuando a pesar de reforzar el mal comportamiento continúa, entonces
se pueden utilizar de forma progresiva algunas de las siguientes
medidas:
Ignorar y desaprobar
Ignorar esas conductas, es decir, no prestarles atención. Esto es
efectivo siempre que sea posible de llevar a cabo.
Desaprobar el comportamiento, es decir llamar la atención o utilizar
la reprimenda ante esos comportamientos negativos.
Retirar privilegios
Otra estrategia consiste en retirar algunos privilegios, esas cosas
que sabemos que le gustan: dibujos, videojuegos, teléfono…
Parece resultar más efectivo cuando previamente el niño sabe que se
le va a retirar por determinadas conductas. También es más eficaz cuando
se retiran por un tiempo limitado. Por ejemplo,
retirar un videojuego durante una tarde es igual de efectivo que hacerlo
durante toda una semana, y además más fácil de llevar a cabo.
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