"A las plantas las endereza el cultivo; a los hombres, la educación". Barthélemy.

sábado, 17 de noviembre de 2012

La tiranía de los quince temas



Casi todos los libros de texto de Educación Primaria en nuestro país contienen 15 temas, divididos en tres bloques de cinco temas, uno por cada trimestre. Que los quince temas se vean a lo largo del curso se convierte desde unos días antes de empezar las clases en un objetivo prioritario, en una obligación inexcusable, en una misión que hay que cumplir al precio que sea. Es lo que yo llamo “la tiranía de los 15 temas”.
El programa oficial de lo que hay que enseñar en Educación Primaria está establecido en una ley que aparece en cada comunidad autónoma: el Decreto del Curriculum de Educación Primaria y en el Real Decreto de Enseñanzas Mínimas establecido para todo el territorio nacional. En ninguna de esas normativas (que sí son de obligado cumplimiento, o deberían serlo), en ninguna de ellas, aparece que haya que impartir 15 temas por curso, ni quince ni ningún otro número orientativo, sin embargo lo que de verdad se convierte en ley de obligado cumplimiento son los famosos 15 temas.
EN QUÉ CONSISTE LA TIRANÍA DE LOS 15 TEMAS
1. Programa cronológico
Desde antes de comenzar las clases se establece un calendario de desarrollo de los temas. Si cada trimestre se deben impartir cinco temas, se dividen las semanas disponibles entre cinco y eso es lo que aritméticamente se dedica a cada tema. El criterio es temporal, no es pedagógico. Normalmente el promedio se acerca a 15 días por tema, dos semanas.
Los mismos profesores reconocen que hay temas para los que dos semanas es demasiado y otros que pueden requerir más tiempo, pero es mejor seguir el ritmo marcado.
Los temas, además, se imparten en el orden que aparecen en el libro: tema 1, tema 2… Aunque los temas no vengan al caso, aunque haya momentos en los que el interés del alumnado o la actualidad demande tratar otros temas, aunque la Navidad se trate a finales de noviembre: la tiranía de los 15 temas impone que se de el tema que toque, lo demás no importa.
2. Carrera contrarreloj
En los años que llevo trabajando en la escuela he observado que la tiranía de los 15 temas se convierte desde días antes de empezar las clases en una carrera contrarreloj. Ya se oyen a los pocos días de empezar frases como “ya voy retrasado“, “no me va a dar tiempo“.
La carrera es todavía más trepidante si el profesor o profesora tiene un compañero paralelo, es decir si hay dos grupos por nivel. Entonces la tiranía de los 15 temas no solo es una carrera contra el crono, sino también contra el propio compañero o compañera que te puede llevar unas hojas del libro de adelanto, incluso un tema completo. Así, entre pasillos se oyen quejas cómo “¿Ya has hecho el control del tema? Si yo todavía voy por la mitad...”
3. Estrés del profesorado, de los papás…y de los alumnos
En la tiranía de los 15 temas todos estamos implicados: profesores, los propios padres… y los alumnos. Todo el mundo estresado: los profesores porque ven que no les da tiempo (ya en octubre hay quien lo está). Al estresarse toleran peor las interrupciones, que los alumnos se queden atrás, que muestren más interés por algo, que no terminen de entender o asimilar ciertos contenidos…cualquier contratiempo.
Los padres, también están contagiados. No dar los 15 temas es como un fraude, como si hubieran “tirado el dinero de los libros de texto“. Por ello, también se estresan, sobre todo si sus hijos no siguen el ritmo.
Naturalmente los alumnos también se contagian del estrés: ver a su querida señorita o maestro agobiado ¿cómo no les va a agobiar? A eso se une algunas sesiones intensas cerca del final del trimestre en las que se pueden producir auténticos atracones de fichas, con tal de llegar a tiempo: Nadie se queja, hasta los niños se muestran colaboradores: es la tiranía de los 15 temas.
4. Las intromisiones empeoran las cosas
Cualquier intento de intromisión de otros contenidos no siempre es bien recibida. En ese contexto plantear un taller, una actividad diferente o complementaria, es recibida como una complicación más. Sin embargo la tolerancia de los profesores no tiene límites. Suelen admitir con resignación el concurso de redacción inoportuno de una marca de refrescos, preparar el regalo para el día del padre, de la madre o de la familia; el baile de Navidad o fin de curso o recibir con una sonrisa el cuenta cuentos que no estaba previsto y que realmente no viene a cuento…
A los que estamos implicados en proponer otras actividades, como es mi caso de orientador, solo nos llega un sentimiento de culpabilidadde estar poniendo una china en el camino: es la tiranía de los 15 temas.
5. Se dan los temas, ¿pero se asimilan?
Casi todo el mundo logra llegar a los 15 temas al final de curso: los temas se dan. Sin embargo, ¿se asimilan los contenidos? ¿Se aprende? ¿Se enseña el curriculum?
La verdad es que los contenidos suelen aparecer comocompartimentos estancos: se aprenden, se demuestran en un examen, pero unos días más tarde se han olvidado y por supuesto, no parece que haya una capacidad de aplicarlos a contextos diferentes o a generalizarlos.
A otros alumnos, a los que tienen dificultades, requieren más tiempo, más pausa y se van quedando atrás poco a poco.
Es imposible que se puedan asimilar. Y por supuesto otras competencias básicas si se trabajan no es precisamente de forma sistemática e intencional.
POR QUÉ EXISTE LA TIRANÍA DE LOS 15 TEMAS
No lo sé. Es curioso que solo existe en la enseñanza básica. En la universidad, por ejemplo, rara vez se dan todos los temas, incluso en otros ámbitos de la vida, el temario completo no se llega a dar.
Como decía al principio no existe obligación legal de dar los 15 temas, otras obligaciones legales se incumplen, pero esta es inexcusable. Y lo que es peor: aunque todo el mundo reconoce esta tiranía nadie sabe cómo librarse de ella.

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